El efecto de la robatización i la robòtica al mercado laboral

BIEL SALAT│27/01/2023

A mediados del siglo XVIII, Europa se encontraba en una situación innovadora, ingeniosa, pero sobre todo diferente. En ese momento, probablemente criticada y no deseada, pero, sin embargo, con el beneficio de la perspectiva, la mayoría de nosotros estaríamos de acuerdo en afirmar que representó un gran avance en nuestra sociedad.

Este período, catalogado por los historiadores como la Revolución Industrial, implicó la adopción de un nuevo instrumento, la máquina, que cambió la forma en que entendíamos el mundo hasta entonces. Implicó una remodelación significativa y evolución de los sistemas económicos, sociales y laborales.

La realidad del cambio en la que se encontraron nuestros antepasados no es muy diferente, permitiendo diferencias, en comparación con la realidad que se acerca. Una realidad liderada por conceptos como la automatización, la robótica e la inteligencia artificial.

Adentrándonos en el último concepto, la inteligencia artificial, también conocida como AI, se autodefine como un sistema que tiene la capacidad de simular el pensamiento y comportamiento inteligente de los humanos gracias a un conjunto de algoritmos y datos, lo que le permite realizar tareas sin la necesidad de intervención humana.

Es importante destacar que en el último año, dicha tecnología, ha ganado importancia e influencia en el uso diario, pero más importante aún, se ha ganado el interés de un gran conglomerado de empresas tecnológicas, permitiéndoles reducir los costos y aumentar la eficiencia y la eficacia.

Esta nueva realidad, prevista por los más visionarios, puede haber comenzado ya.

Es difícil determinar la cantidad total de despidos, pero un estudio realizado por STATE OF EUROPEAN TECH 22 indica que a nivel mundial más de 200,000 trabajadores tecnológicos han perdido sus empleos debido a los recortes en más de 1,000 compañías. (Estas cifras solo incluyen los despidos con información sobre planes de recortes, por lo que estos datos, naturalmente, subestiman la escala total de los despidos). Así mismo, el estudio indica que la tendencia no es favorable para aquellos que realizan tareas que son susceptibles de ser reemplazadas por robots, ya que se ha registrado un aumento notable de los despidos en la segunda mitad de 2022, así como una reducción en las ofertas de trabajo en dicho sector.

Un ejemplo de esto lo encontramos en dos empresas líderes en tecnología que, con el objetivo de lograr un sistema más eficiente y reducir costos, han despedido a una significativa parte de su personal. Por un lado, Twitter, recientemente adquirida por el millonario Elon Musk, se ha deshecho de alrededor de 3,700 trabajadores. Por otro lado, la empresa de Mark Zuckerberg, Meta (empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp), ha anunciado la decisión de despedir a un 13% de su personal, lo que equivale a una reducción de más de 11,000 trabajadores.

Es difícil determinar con precisión, teniendo en cuenta el contexto sanitario y económico que está afectando a Europa y en menor medida a Estados Unidos, si los despidos masivos de estas grandes multinacionales son motivación directa de esta nueva tecnología emergente, sin embargo, es evidente que las grandes pérdidas millonarias les han hecho ver más de cerca que la alternativa tecnológica es más económica y eficiente. Lo que ha llevado a que algunas empresas tecnológicas como Amazon ya hayan robotizado y automatizado su sistema de logística y que otras como Tesla estén planeando a corto plazo la creación de un robot humanoide dotado de inteligencia artificial, con la intención de ofrecer mano de obra ilimitada (Tesla Bot).

Lamentablemente, para los trabajadores estadounidenses, la ley que los protege es mucho más laxa que en otros países. Sin entrar en excepciones ni particularidades, la ley establece que el empresario puede despedir a cualquiera de sus trabajadores por cualquier razón o motivo, siempre y cuando sea un despido justificado. Sin embargo, no hay una ley federal que obligue al empresario a pagar una indemnización al trabajador. (Lógicamente hay excepciones y particularidades en los contratos, cláusulas, contratar un seguro de despidos, etc.).

Es importante tener en cuenta, debido a la organización territorial de Estados Unidos los derechos varían según el Estado y el tipo de trabajo.

 

¿Que nos dice la legislación española?

En términos legales, este conjunto de despidos está recogido en los artículos 51 y 52 del Estatuto de los Trabajadores, los cuales etiquetan dichos despidos como «despidos por causas técnicas», haciendo referencia a aquellos despidos debidos a la falta de adaptación del trabajador a las modificaciones técnicas que han ocurrido en su lugar de trabajo.

Sin embargo, el trabajador está protegido por el derecho a recibir una indemnización equivalente a 20 días de salario por cada año de servicio en la empresa, con un máximo de doce mensualidades. Además, el despido exige un conjunto de formalidades legales, así como la posibilidad de presentar por parte del trabajador una demanda por despido improcedente.

Es evidente la situación que se nos presenta, una situación de cambio dirigida hacia un mundo liderado por las tecnologías, donde ahora la potestad de las instituciones será clave para determinar o bien una nueva legislación para proteger a los humanos o bien una para potenciar la nueva revolución.

A pesar de todo, no se debe negar ni evitar la realidad geopolítica, económica y social protagonizada por la guerra de Ucrania, el aumento de la inflación, la crisis energética, la crisis sanitaria, etc., que seguramente incentiva la situación recientemente expuesta, evidenciando de esta manera que el sector tecnológico no está ajeno a esta crisis mundial. No obstante, sería ingenuo negar y ocultar una realidad emergente: la automatización del trabajo ya está aquí y los despidos masivos ya han comenzado.

El efecto de la robatización i la robòtica al mercado laboral

BIEL SALAT│27/01/2023

A mediados del siglo XVIII, Europa se encontraba en una situación innovadora, ingeniosa, pero sobre todo diferente. En ese momento, probablemente criticada y no deseada, pero, sin embargo, con el beneficio de la perspectiva, la mayoría de nosotros estaríamos de acuerdo en afirmar que representó un gran avance en nuestra sociedad.

Este período, catalogado por los historiadores como la Revolución Industrial, implicó la adopción de un nuevo instrumento, la máquina, que cambió la forma en que entendíamos el mundo hasta entonces. Implicó una remodelación significativa y evolución de los sistemas económicos, sociales y laborales.

La realidad del cambio en la que se encontraron nuestros antepasados no es muy diferente, permitiendo diferencias, en comparación con la realidad que se acerca. Una realidad liderada por conceptos como la automatización, la robótica e la inteligencia artificial.

Adentrándonos en el último concepto, la inteligencia artificial, también conocida como AI, se autodefine como un sistema que tiene la capacidad de simular el pensamiento y comportamiento inteligente de los humanos gracias a un conjunto de algoritmos y datos, lo que le permite realizar tareas sin la necesidad de intervención humana.

Es importante destacar que en el último año, dicha tecnología, ha ganado importancia e influencia en el uso diario, pero más importante aún, se ha ganado el interés de un gran conglomerado de empresas tecnológicas, permitiéndoles reducir los costos y aumentar la eficiencia y la eficacia.

Esta nueva realidad, prevista por los más visionarios, puede haber comenzado ya.

Es difícil determinar la cantidad total de despidos, pero un estudio realizado por STATE OF EUROPEAN TECH 22 indica que a nivel mundial más de 200,000 trabajadores tecnológicos han perdido sus empleos debido a los recortes en más de 1,000 compañías. (Estas cifras solo incluyen los despidos con información sobre planes de recortes, por lo que estos datos, naturalmente, subestiman la escala total de los despidos). Así mismo, el estudio indica que la tendencia no es favorable para aquellos que realizan tareas que son susceptibles de ser reemplazadas por robots, ya que se ha registrado un aumento notable de los despidos en la segunda mitad de 2022, así como una reducción en las ofertas de trabajo en dicho sector.

Un ejemplo de esto lo encontramos en dos empresas líderes en tecnología que, con el objetivo de lograr un sistema más eficiente y reducir costos, han despedido a una significativa parte de su personal. Por un lado, Twitter, recientemente adquirida por el millonario Elon Musk, se ha deshecho de alrededor de 3,700 trabajadores. Por otro lado, la empresa de Mark Zuckerberg, Meta (empresa matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp), ha anunciado la decisión de despedir a un 13% de su personal, lo que equivale a una reducción de más de 11,000 trabajadores.

Es difícil determinar con precisión, teniendo en cuenta el contexto sanitario y económico que está afectando a Europa y en menor medida a Estados Unidos, si los despidos masivos de estas grandes multinacionales son motivación directa de esta nueva tecnología emergente, sin embargo, es evidente que las grandes pérdidas millonarias les han hecho ver más de cerca que la alternativa tecnológica es más económica y eficiente. Lo que ha llevado a que algunas empresas tecnológicas como Amazon ya hayan robotizado y automatizado su sistema de logística y que otras como Tesla estén planeando a corto plazo la creación de un robot humanoide dotado de inteligencia artificial, con la intención de ofrecer mano de obra ilimitada (Tesla Bot).

Lamentablemente, para los trabajadores estadounidenses, la ley que los protege es mucho más laxa que en otros países. Sin entrar en excepciones ni particularidades, la ley establece que el empresario puede despedir a cualquiera de sus trabajadores por cualquier razón o motivo, siempre y cuando sea un despido justificado. Sin embargo, no hay una ley federal que obligue al empresario a pagar una indemnización al trabajador. (Lógicamente hay excepciones y particularidades en los contratos, cláusulas, contratar un seguro de despidos, etc.).

Es importante tener en cuenta, debido a la organización territorial de Estados Unidos los derechos varían según el Estado y el tipo de trabajo.

¿Que nos dice la legislación española?

En términos legales, este conjunto de despidos está recogido en los artículos 51 y 52 del Estatuto de los Trabajadores, los cuales etiquetan dichos despidos como «despidos por causas técnicas», haciendo referencia a aquellos despidos debidos a la falta de adaptación del trabajador a las modificaciones técnicas que han ocurrido en su lugar de trabajo.

Sin embargo, el trabajador está protegido por el derecho a recibir una indemnización equivalente a 20 días de salario por cada año de servicio en la empresa, con un máximo de doce mensualidades. Además, el despido exige un conjunto de formalidades legales, así como la posibilidad de presentar por parte del trabajador una demanda por despido improcedente.

Es evidente la situación que se nos presenta, una situación de cambio dirigida hacia un mundo liderado por las tecnologías, donde ahora la potestad de las instituciones será clave para determinar o bien una nueva legislación para proteger a los humanos o bien una para potenciar la nueva revolución.

A pesar de todo, no se debe negar ni evitar la realidad geopolítica, económica y social protagonizada por la guerra de Ucrania, el aumento de la inflación, la crisis energética, la crisis sanitaria, etc., que seguramente incentiva la situación recientemente expuesta, evidenciando de esta manera que el sector tecnológico no está ajeno a esta crisis mundial. No obstante, sería ingenuo negar y ocultar una realidad emergente: la automatización del trabajo ya está aquí y los despidos masivos ya han comenzado.

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